lunes, diciembre 04, 2006

Fidelito está de vuelta

Joaquim Ibarz , México. Corresponsal
La Vanguardia Digital, julio 16, 1999


El hijo de Fidel Castro ha regresado a la luz pública con un nuevo cargo político y la edición de un libro

Tras siete años de total ostracismo político, Fidel Castro Díaz-Balart, hijo del presidente cubano, ha salido de nuevo a la luz pública con la reedición de un libro suyo y con una discreta reseña sobre un nuevo cargo publicada en el semanario "Juventud Rebelde".

Fidelito, como popularmente se identifica en la isla al hijo varón de Castro, fue destituido abruptamente de la presidencia de la Comisión de Energía Nuclear de Cuba> en 1992 por causas que nunca se dieron a conocer, aunque los rumores que corrieron hacían referencia a posibles casos de negligencia técnica y a corrupción administrativa.

Al contrario de su hermanastra Alina Fernández, que huyó de de una manera rocambolesca hasta llegar a Madrid, para convertirse en una dura detractora de su padre, Castro Díaz-Balart ha llevado una vida discreta, alejado de cualquier escándalo.

Fidelito, hijo de Castro en su matrimonio con Mirta Díaz-Balart, anterior al triunfo de la revolución en 1959, es un físico nuclear que estuvo al frente del programa nuclear de la isla de 1980 a 1992.

En ese mismo año suspendió por falta de financiación la construcción de la central nuclear de Juraguá con reactores gemelos de agua a presión, que desarrollaba con la ayuda de la desaparecida Unión Soviética.

Ahora, el primogénito de Castro está de vuelta. Durante siete años nadie pronunció su nombre en público, como si hubiera desaparecido de la circulación, hasta que "Juventud Rebelde" reveló que en la actualidad es asesor del ministerio de la Industria Básica.

El retorno de Fidelito se produjo con el "relanzamiento" de su libro "Energía nuclear ¿peligro ambiental o solución para el siglo XXI?", fragmentos del cual fueron publicados por "Juventud Rebelde". En el capítulo dedicado a "La senda nuclear cubana", el autor niega el peligro potencial de la central de Juraguá y defiende el programa nuclear cubano. "Pocos países en vía de desarrollo pueden presentar un programa tan coherente, sólido y serio en energía nuclear como el que tiene Cuba", sostiene.

El inesperado retorno a la vida pública de Fidelito se produce en el marco de anuncios recientes de una empresa de riesgo compartido, entre Moscú y La Habana, para concluir la planta de Juraguá.